sábado, 16 de enero de 2016

GALERÍA FOTOGRÁFICA: CONOCE LA CAPITAL EUROPEA DE LA CULTURA DEL 2016


Acoge gran cantidad de conciertos modernos en el Foro Nacional de la Música
 La ciudad polaca de Breslavia se convertirá en los próximos días en la "capital europea de la cultura" durante 2016 junto a la española San Sebastián, con la ambición de conseguir el Gran Despertar.

El domingo, cuatro desfiles de bailarines y músicos, encabezados por cuatro espíritus -Múltiples Confesiones, Innovación, Reconstrucción y Flujo- convergerán hacia la antigua plaza del mercado para ofrecer un relato "polifónico" de la historia de Breslavia. 

El Gran Despertar es el nombre de esta representación callejera ideada por Chris Baldwin, que dirigió las celebraciones de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, con la ayuda del creador francés de espectáculos visuales Philippe Geffroy. 

Más de 100 eventos, entre ellos una exposición del escultor español Eduardo Chillida y una serie de conciertos dedicados al compositor griego Iannis Xenakis, acompañarán el lanzamiento de la fiesta cultural este fin de semana, días antes de que San Sebastián inaugure el acontecimiento entre el 20 y el 24 de enero. 

A pesar del nombre del espectáculo, la cuarta ciudad de Polonia, centro universitario e industrial muy dinámico desde la caída del comunismo, no se ha dormido en los últimos años. Cuna del fallecido director de teatro Jerzy Grotowski, acoge, entre otros, el festival de cine "Nowe Horyzonty" y un gran evento musical como "Jazz sobre el Oder". 

Hace poco se dotó de una sala de conciertos, el Foro Nacional de la Música, entre las más modernas del mundo. 

- 'Aceptación total del pasado alemán' -

Pero, quizá por su pasado complejo -ciudad polaca, checa, integrada al imperio de los Habsburgo y fortaleza de la alemania nazi-, la ciudad enfrentaba problemas para encontrar su identidad. 

En 1945, los bombardeos soviéticos arrasaron el 70% de su superficie. Tras la marcha de los alemanes, Breslavia fue poblada por polacos procedentes sobre todo de Leópolis -que pertenece actualmente a Ucrania- y acogió a importantes grupos de judíos y griegos, convirtiéndose en un crisol de culturas con una identidad borrosa pero con un espíritu pionero. 

La comunidad judía vivió un renacimiento y es hoy en día una de las más dinámicas de Polonia. Pero las huellas del antisemitismo aún no han desaparecido por completo: en noviembre, la justicia abrió una investigación tras una manifestación antimigrantes durante la cual se quemó un maniquí que representaba a un judío. 

El acontecimiento que consolidó la identidad de sus habitantes fue la gran inundación de julio de 1997. "Hasta los delincuentes trajeron sacos de arena para detener el agua. Esto concluyó el proceso de asimilación de la ciudad", cuenta Grzegorz Roman, consejero del alcalde de Breslavia. 

Según él, los habitantes han logrado una "aceptación total del pasado alemán". Se erigió un monumento para la Memoria Común -un muro de granito construido con lápidas procedentes de las cementerios alemanes arrasados durante la época comunista.

Un escritor de la ciudad, Marek Krajewski, tendió "un puente literario" con el pasado. En una serie de novelas policíacas cuyo protagonista es el detective Eberhard Mock, cuenta con cantidad de detalles precisos la vida cotidiana de la Breslavia alemana del periodo de entreguerras. 





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